El camino de las mujeres en México ha sido complejo, pues vivimos en un país considerado machista y violento que ha cerrado muchas puertas al talento femenino.
La historia es muy larga, pero podemos decir que en 1917 apenas inició la discusión en México sobre si las mujeres debían votar, y fue hasta 1947 donde las mujeres pudieron votar en elecciones municipales, y hasta 1955 en elecciones a nivel nacional, según datos del IMCO.
El camino ha sido largo y complejo; imaginemos que en 1974 se reformó el Código Civil para eliminar que un marido pudiera prohibir a su esposa trabajar fuera del hogar… una prohibición que a la luz de hoy sería algo completamente estúpido.
En política ha sido también complejo, pues solo hasta el 2002 se estableció el sistema de Cuotas de Género para elecciones federales; pero esto nos ha llevado a que el 30% de los estados sean gobernados por mujeres… un avance pequeño, y paradójico a la vez, pues las mujeres están siendo mucho más comprometidas en las elecciones, tomando en cuenta que en las últimas elecciones federales, el 55% de las votantes fueron mujeres.
Hablando de las mujeres en la empresa, las cosas no son tan diferentes, pues los datos muestran que las mujeres en la empresa no han podido avanzar a la velocidad de los hombres. México es el tercer país del mundo con menos mujeres en consejos de administración, y de seguir así, solo se lograría una participación paritaria hasta 2052.
En los consejos de administración, únicamente el 7% de las empresas tienen a una mujer presidenta, y 24% de las empresas mexicanas cuentan con consejos exclusivamente integrados por hombres.
En cuanto a las direcciones relevantes en la empresa, únicamente el 25% de las direcciones jurídicas son ocupadas por mujeres, y 11% de las direcciones de finanzas; peor aún, solo el 4% de las direcciones generales de las empresas mexicanas son ocupadas por mujeres, todos estos datos levantados por IMCO. Según ellos, las mujeres se están estancando en el camino hacia la cima, pues a pesar de que constituyen el 43% de la plantilla laboral, esta proporción disminuye a medida que aumenta el nivel jerárquico.
El camino ha sido tortuoso y largo para las mujeres; por lo que hoy debemos impulsar y valorar el talento femenino entendiendo que incluso cuentan con habilidades mucho más fuertes que las de los hombres.
Según datos de El País, “somos un país muy machista que se dice listo para elegir a una mujer presidenta”, pues en las encuestas el 53% de los hombres y el 69% de las mujeres prefieren que sea una candidata quien gane las elecciones. Esta será una gran oportunidad para demostrar que nuestro país está listo para cambiar ese estigma del machismo y convertirnos en un gran punto en la región sobre como la paridad se puede convertir en el soporte de desarrollo y un mayor crecimiento para el país.
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